Prioridades de Gasto Público

Si el Partido Humanista llega a ocupar el gobierno hará muchas cosas en ese período, tantas que no caben en esta humilde entrada de blog pues existe un libro que las señala, el Libro Naranja del PH, editado en muchos países del mundo con las propuestas humanistas para cada país elaboradas por los humanistas de ese respectivo país.

Sin embargo, sí hay algo fundamental que puede indicarse aquí. Cuando el PH llegue al gobierno hará una profunda re-orientación de las prioridades del gasto público, impulsando que las preocupaciones centrales del Estado sean dos: Salud y Educación.

Los humanistas promovemos la salud y educación gratuitas y de alta calidad porque creemos que ambas son derechos humanos fundamentales, y porque consideramos que después de un millón de años de historia humana es perfectamente posible que nuestras organizadas y complejas sociedades puedan cubrir esos derechos para cada uno de sus miembros. De hecho, es algo que ocurre en varias partes del mundo, pero en estos lados estamos acostumbrados a los ilusionistas que nos cuentan que no es posible, aún cuando una apropiada reforma tributaria, o una inteligente nacionalización de los recursos naturales del país permiten financiar educación hasta con doctorados.

La cosa es incluso más interesante cuando uno piensa que ni siquiera es necesario hacer reforma tributaria o nacionalizaciones, pues una correcta redistribución de los gastos fiscales ya nos permitiría avanzar drásticamente. Como ejemplo está la posibilidad de dejar de andar gastando miles de millones de dólares en submarinos, tanques, aviones y cañones y ya tendríamos el financiamiento para terminar de construir el Instituto Nacional, refaccionar todos los liceos públicos emblemáticos, perfeccionar a nuestros profesores y construir un par de hospitales de primera línea. A eso se le suma el que todos esos dólares se invertirían en territorio chileno, dando trabajo y desarrollo a miles de ciudadanos del país en vez de entregarlo a una empresa bélica estadounidense o europea. Y que decir de las confianzas generadas con los países vecinos, que ya no verían a un montón de tipos preocupados de apuntarlos con sus misiles, sino que a mucha gente preocupada de gastar cada peso fiscal, que es producido por todos los chilenos y extranjeros que habitan el país, en mejorar la calidad de vida del pueblo.

Así que ya sabe, si quiere que se gaste cero en armas y mucho en libros y medicinas ¡apoye a los humanistas!