jueves, 29 de abril de 2010

Humanistas y el 1° de Mayo


Este sábado se conmemora un nuevo Día del Trabajador y en Santiago se realizará la tradicional marcha organizada por la Central Unitaria de Trabajadores. El Partido Humanista participará entusiastamente en esa movilización, reuníendose a partir de las 9:30 hrs en el frontis de la Universidad de Santiago para marchar junto a estudiantes, trabajadores y ciudadanos, imprimiendo nuestro estilo alegre y no violento. Si quieres participar con los humanistas, estás más que invitado.

A propósito, unas ideas de lo que pensamos los humanistas sobre el trabajo y los trabajadores en un extracto del Documento Humanista, que puedes ver completo en http://loshumanistas.cl/documento_humanista.html


Nos vemos en la Marcha!


I. El capital mundial

He aquí la gran verdad universal: el dinero es todo. El dinero es gobierno, es ley, es poder. Es, básicamente, subsistencia. Pero además es el Arte, es la Filosofía y es la Religión. Nada se hace sin dinero; nada se puede sin dinero. No hay relaciones personales sin dinero. No hay intimidad sin dinero y aún la soledad reposada depende del dinero.



Pero la relación con esa “verdad universal” es contradictoria. Las mayorías no quieren este estado de cosas. Estamos pues, ante la tiranía del dinero. Una tiranía que no es abstracta porque tiene nombre, representantes, ejecutores y procedimientos indudables.



Hoy no se trata de economías feudales, ni de industrias nacionales, ni siquiera de intereses de grupos regionales. Hoy se trata de que aquellos supervivientes históricos acomodan su parcela a los dictados del capital financiero internacional. Un capital especulador que se va concentrando mundialmente. De esta suerte, hasta el Estado nacional requiere para sobrevivir del crédito y el préstamo. Todos mendigan la inversión y dan garantías para que la banca se haga cargo de las decisiones finales. Está llegando el tiempo en que las mismas compañías, así como los campos y las ciudades, serán propiedad indiscutible de la banca. Está llegando el tiempo del Paraestado, un tiempo en el que el antiguo orden debe ser aniquilado.



Parejamente, la vieja solidaridad se evapora. En definitiva, se trata de la desintegración del tejido social y del advenimiento de millones de seres humanos desconectados e indiferentes entre sí a pesar de las penurias generales. El gran capital domina no solo la objetividad gracias al control de los medios de producción, sino la subjetividad gracias al control de los medios de comunicación e información. En estas condiciones, puede disponer a gusto de los recursos materiales y sociales convirtiendo en irrecuperable a la naturaleza y descartando progresivamente al ser humano. Para ello cuenta con la tecnología suficiente. Y, así como ha vaciado a las empresas y a los estados, ha vaciado a la Ciencia de sentido convirtiéndola en tecnología para la miseria, la destrucción y la desocupación.



Los humanistas no necesitan abundar en argumentación cuando enfatizan que hoy el mundo está en condiciones tecnológicas suficientes para solucionar en corto tiempo los problemas de vastas regiones en lo que hace a pleno empleo, alimentación, salubridad, vivienda e instrucción. Si esta posibilidad no se realiza es, sencillamente, porque la especulación monstruosa del gran capital lo está impidiendo.



El gran capital ya ha agotado la etapa de economía de mercado y comienza a disciplinar a la sociedad para afrontar el caos que él mismo ha producido. Frente a esta irracionalidad, no se levantan dialécticamente las voces de la razón sino los más oscuros racismos, fundamentalismos y fanatismos. Y si es que este neo-irracionalismo va a liderar regiones y colectividades, el margen de acción para las fuerzas progresistas queda día a día reducido. Por otra parte, millones de trabajadores ya han cobrado conciencia tanto de las irrealidades del centralismo estatista, cuanto de la falsedades de la democracia capitalista. Y así ocurre que los obreros se alzan contra sus cúpulas gremiales corruptas, del mismo modo que los pueblos cuestionan a los partidos y los gobiernos. Pero es necesario dar una orientación a éstos fenómenos que de otro modo se estancarán en un espontaneísmo sin progreso. Es necesario discutir en el seno del pueblo los temas fundamentales de los factores de la producción.



Para los humanistas existen como factores de la producción, el trabajo y el capital, y están demás la especulación y la usura. En la actual situación los humanistas luchan porque la absurda relación que ha existido entre esos dos factores sea totalmente transformada. Hasta ahora se ha impuesto que la ganancia sea para el capital y el salario para el trabajador, justificando tal desequilibrio con el “riesgo” que asume la inversión... como si todo trabajador no arriesgara su presente y su futuro en los vaivenes de la desocupación y la crisis. Pero, además, está en juego la gestión y la decisión en el manejo de la empresa. La ganancia no destinada a la reinversión en la empresa, no dirigida a su expansión o diversificación, deriva hacia la especulación financiera. La ganancia que no crea nuevas fuentes de trabajo, deriva hacia la especulación financiera. Por consiguiente, la lucha de los trabajadores ha de dirigirse a obligar al capital a su máximo rendimiento productivo. Pero esto no podrá implementarse a menos que la gestión y dirección sean compartidas. De otro modo, ¿cómo se podría evitar el despido masivo, el cierre y el vaciamiento empresarial? Porque el gran daño está en la subinversión, la quiebra fraudulenta, el endeudamiento forzado y la fuga del capital, no en las ganancias que se puedan obtener como consecuencia del aumento en la productividad. Y si se insistiera en la confiscación de los medios de producción por parte de los trabajadores, siguiendo las enseñanzas del siglo XlX, se debería tener en cuenta también el reciente fracaso del socialismo real.



En cuanto a la objeción de que encuadrar al capital, así como está encuadrado el trabajo, produce su fuga a puntos y áreas más provechosas ha de aclararse que esto no ocurrirá por mucho tiempo más ya que la irracionalidad del esquema actual lo lleva a su saturación y crisis mundial. Esa objeción, aparte del reconocimiento de una inmoralidad radical desconoce el proceso histórico de la transferencia del capital hacia la banca resultando de ello que el mismo empresario se va convirtiendo en empleado sin decisión dentro de una cadena en la que aparenta autonomía. Por otra parte, a medida que se agudice el proceso recesivo, el mismo empresariado comenzará a considerar éstos puntos.



Los humanistas sienten la necesidad de actuar no solamente en el campo laboral sino también en el campo político para impedir que el Estado sea un instrumento del capital financiero mundial, para lograr que la relación entre los factores de la producción sea justa y para devolver a la sociedad su autonomía arrebatada.

lunes, 26 de abril de 2010

La posición de vanguardia de los humanistas en la política nacional y mundial






El Partido Humanista en Chile se ha caracterizado por su valentía y audacia en la política chilena, algo muy escazo por estos lados, intentando realizar acciones ejemplificadoras de su pensamiento que motiven a muchos a movilizarse por el cambio social.

En 1984 fue el primer partido político que se legalizó para combatir a la dictadura de Augusto Pinochet, y pese a la represión de la época impulsó decididamente la idea de que al dictador se lo vencía con un lápiz, que la mejor forma de terminar una dictadura era con democracia, como finalmente ocurrió. El PH fundó junto a otros partidos democráticos la Concertación y colaboró entusiastamente en la organización de la gente, fomentando la inscripción en los registros electorales y la participación en la Red Nacional de Apoderados para vigilar la votación.

Apoyó la construcción del programa de gobierno para el retorno a la democracia e incluso hubo varios humanistas que tuvieron cargos en el gobierno de Patricio Aylwin. En las primeras elecciones democráticas resultó electa Laura Rodríguez, la primera diputada humanista en el mundo, y su gestión parlamentaria estuvo a la vanguardia de la época, rompiendo tabúes y proponiendo reformas urgentes, que fueron aprobadas por el Congreso del Binominal sólo muchos años después, como la Ley de Divorcio, u otras que aún no se aprueban, como la Ley de Responsabilidad Política.

Antes de que el primer gobierno concertacionista acabase, los humanistas ya se habían dado cuenta que el proyecto de esa coalición había abandonado las ideas y anhelos de los chilenos que habían votado por ella, y adelantándose en casi dos décadas a otros grupos, abandonó la Concertación en 1993.

Durante la década de los noventa el PH impulsó con fuerza la creación de una Nueva Izquierda (y se presentó con ese nombre a unas elecciones parlamentarias) incluyendo temas no tocados por otras tendecias políticas, como el ecologismo social y la transformación de la sociedad por medio de la no-violencia activa. En las elecciones presidenciales de 1999, el PH elaboró el Libro Naranja, con las propuestas humanistas en caso de llegar a ser gobierno, uno de los documentos más completos sobre como construir un proyecto de desarrollo nacional mejor que el neoliberalismo imperante, y que a más de diez años de creación mantiene su vigencia.

Con la llegada del nuevo milenio, el PH colaboró entusiastamente en la asociación de la izquierda chilena para la creación de un referente amplio y diverso que reuniera a todos quienes trabajan por construir una alternativa política en Chile, que cristalizó en el PODEMOS, la alianza de izquierda más grande en el país desde la Unidad Popular de Salvador Allende que llevó como candidato presidencial al humanista Tomás Hirsch en las elecciones de 2005.

En el año 2010 el PH vuelve a ponerse a la vanguardia de la política chilena dando el ejemplo en una de las demandas más importantes que la ciudadanía hace a la política: la democracia y la transparencia. Si el PH ya se caracterizaba por ser el partido político chileno que más elecciones internas hacía y el que a más Consejos Generales citaba -totalmente abiertos-, la nueva década agrega el que el PH será el primer partido con democracia directa. El PH ha abandonado la utilización de representantes o delegados en su organización interna y a partir de este año es el único partido en Chile donde todos sus miembros eligen por voto directo al Equipo de Coordinación Nacional, y donde todos los miembros pueden postularse a ese equipo sin la necesidad de "padrinos" o requisitos que dificulten el derecho de elegir y ser elegidos. Pero además, toda decisión relevante del PH será decidida por la votación directa de todos los miembros, en un modelo único de plebiscitos internos.

Junto a lo anterior, el PH se está conviertiendo en Partido Humanista Internacional, que actúa mundialmente coordinado por un Equipo también electo por todos los miembros en todo el mundo. Así, el PH se está constituyendo como la primera organización democrática mundial, basada en el voto directo de todos sus miembros, en la horizontalidad, y en la ausencia de autoridades, que son reemplazadas por funciones de coordinación. El PHI está aplicando en su acción globlal sus postulados de poner por delante de la democracia formal a la Democracia Real.

Así pues, luego del gran ejemplo de acción global que fue la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia, el PHI se prepara para actuar mundialmente a favor de la democracia real, del pleno respeto a los Derechos Humanos, del fin de las guerras, de la transformación económica que ponga en primer plano al ser humano, del activismo ecológico, de la valoración de la diversidad personal y social y de la construcción de la Nación Humana Universal que acerque ese mundo profundamente humano tan querido por todos los humanistas.


Más info en http://www.internationalhumanistparty.org

lunes, 19 de abril de 2010

Andamos a full!


Sí, aunque este blog se esté actualizando poco (bueno, nunca tan poco, pero menos que en febrero donde hasta se publicaban columnas aquí y en granvalparaiso.cl), estamos metidos en mil cosas.

Sucede que el Movimiento Humanista Internacional se está re-estructurando en todo el mundo desde el Acto Final de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia en Punta de Vacas, el 2 de enero recién pasado. Y todos los organismos se están re-lanzado con más ánimo y potencia que nunca porque queremos pasar de esta etapa de instalar redes en todo el globo a convertirnos en una referencia planetaria para cambiar el mundo hacia la no-violencia, el ecologismo social, la valoración de la diversidad y todos los temas humanistas que nos permiten aspirar a un futuro realmente humano. Pero no se trata sólo de relanzar organismos, sino que estamos construyendo la red de activismo más grande, amplia, diversa y democrática que existe, porque en cada organismo humanista lo central es el trabajo de base y el miembro pleno que hace ese trabajo, que decide lo que hace ahí y lo que hace el organismo a nivel nacional e internacional. Sí, porque aunque usted no lo crea, en estas épocas donde las democracias no pasan de la formalidad y los autoritarismos amenazan con volver, los humanistas estamos armando organismos en donde todos los que participan en ellos votan directamente no solo para elegir los equipos que coordinan la cosa, sino que directamente para decidir sobre temas puntuales.

El Centro Mundial de Estudios Humanistas se convirtió en el primer organismo en realizar elecciones planetarias para elegir un equipo de coordinación mundial, y votaron cientos de personas de todos los continentes, y ya están en plena actividad organizando el II Simposio Mundial Fundamentos de la Nueva Civilización que se realizará en varios Parques de Estudio y Reflexión de América y Europa, incluído Chile.

Como es fácil darse cuenta, si bien este blog apoya toda la acción humanista en todo el mundo, tenemos más cercanía con el Partido Humanista porque ahí estamos participando con ánimo y esperanza. Y también estamos en proceso de organización y lanzamiento. Acabamos de definir cuantos miembros plenos somos y en mayo haremos las primeras elecciones del Partido Humanista Internacional, donde elegiremos a todos los Equipos Coordinadores Nacionales de los países donde el PH existe, y también elegiremos un Equipo de Coordinación Internacional por el voto directo e individual de todos los que participamos en el PH en todo el mundo. Estamos conformando la primera organización política de carácter mundial, coordinada, abierta, diversa y democrática para enfrentar a los poderosos del mundo que sustentan este sistema inhumano y transformar el mundo para instalar la paz, el ecologismo social, la democracia directa, la valoración de la diversidad y construir la Nación Humana Universal. Tal como siempre hemos actuado simúltaneamente en lo social y en lo personal, ahora los humanistas también actuamos en lo local y en lo global.

Así aunque por ahora estamos un poco más "hacia adentro" seguimos día a día en el intento por construir un mundo verdaderamente humano. Si tienes ese impulso por cambiarlo todo, y lo quieres hacer desde una perspectiva cosmopolita, plural y global ¡Súmate a los humanistas!

miércoles, 14 de abril de 2010

Humanistas: Paz y No-Violencia Activa


El Movimiento Humanista, desde sus inicios a principios de los años setenta, ha abogado permanente y entusiastamente por la paz y la no-violencia activa, dos valores centrales para el humanismo que muestran lo profunda de nuestra propuesta, ya que los humanistas planteamos la necesidad de la paz en el mundo de manera permanente y segura, lo que implica la eliminación total del arsenal nuclear, el retiro inmediato de las tropas de los territorios ocupados, la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional hasta llegar a su desaparición, la firma de tratados de cooperación y no-agresión entre todos los países del mundo, y la renuncia constitucional de todos los gobiernos al uso de la guerra como medio de resolución de conflictos; y lo hacemos dedes la perspectiva de la no-violencia activa, que es actuar en el mundo, organizarnos, plantear nuestros puntos y mostrar la urgente necesidad de acabar con las guerras y la violencia.



Ahí se encuentra un planteamiento humanista fundamental: el que la vida de cada uno es una tremenda oportunidad para hacer de nuestra existencia algo grande y trascendente, o dicho en otras palabras, que cada persona tiene pleno derecho a preguntarse como quiere vivir, cuestionando todo lo que se nos impone como “verdades absolutas”, y si su decisión es lanzarse a una vida activa, dinámica, en contacto con otros para intentar mejorar el mundo, puede sumarse a este movimiento mundial que quiere humanizar la tierra.



En plena década de los setenta, con dictaduras militares en Argentina y Chile, los humanistas recolectaron miles de firmas para oponerse a la guerra que se veía venir entre esos países en 1978; en los meses previos a la invasión de Estados Unidos a Irak los humanistas participaron activamente de las movilizaciones en todo el mundo para evitar esa guerra; durante tres meses, desde el 2 de octubre del 2009 hasta el 2 de enero de 2010, el Movimiento Humanista en Pleno impulsó la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia, la manifestación a favor de la paz y la no-violencia más grande que ha recorrido el planeta. Son apenas tres ejemplos que muestran la permanencia y consistencia de la propuesta humanista para la paz, que fue relanzada con más fuerza aún ese dos de enero pasado desde el Parque Punta de Vacas, con el objeto de construir una nueva civilización planetaria no-violenta que refleje la aspiración de la Nación Humana Universal. Hoy por hoy los cinco organismos humanistas – La Comunidad para el Desarrollo Humano, el Centro Mundial de Estudios Humanistas, la Convergencia de las Culturas, el Partido Humanista y Mundo Sin Guerras – trabajan en todos los continentes por lograr desde las áreas más importantes del quehacer humano el mundo en paz que buscamos.



Además, el ideal humanista ha sido desde siempre un mundo amplio y plural donde se valorice la diversidad y no se la persiga como ahora, lo que ha implicado sumar esfuerzos con cientos de personas y organizaciones que buscan los mismos objetivos, siendo la Marcha Mundial la muestra de que la diversidad crea realidades fascinantes.



Alentamos todos los esfuerzos por construir un mundo justo, humano y en paz a través de la no-violencia activa y aspiramos a que esos esfuerzos se multipliquen por millones para que ese mundo bueno que a veces se ve tan lejano sea una realidad.

domingo, 4 de abril de 2010

Lo que hicimos en Alhué


Son las 7:30 de la mañana del 21 de marzo, en Livingstone 72, cerca de Plaza Italia, ya hemos llegado los primeros voluntarios que abrimos el Local del PH, tomamos un poco de café y empezamos a bajar las cosas del segundo piso para cargar la micro, que llega puntualmente. Nos vamos anotando y todos pagamos el aporte acordado, porque somos voluntarios que hasta nos financiamos el transporte a Alhué. Idas y venidas, gente que llega, gente que sube al bus, uno que llega en el minuto mismo en que vamos partiendo hacen que a las 8:30 partamos una micro y un auto llenos hacia la comuna metropolitana al sur de Melipilla con la que nos hemos comprometido desde nuestro viaje de dos semanas antes a apoyar con más que la comida urgente de esos primeros días post-teremoto, con la que nos hemos comprometido a apoyar con organización, con creación de redes, con apoyo humano.

La ruta por la carretera, al salir de Santiago, es gris y fría, no sólo por el asfalto de la ciudad, sino por el amenazante cielo que nos brinda incluso neblina. Pero al acercarnos a Melipilla el panorama empieza a cambiar, y para cuando ya hemos tomado el desvío a Alhué un luminoso sol y un cielo azul intenso nos dan la bienvenida. En la Plaza de Villa Alhué, la capital comunal, nos encontramos con Fidel y Mario, nuestros amigos humanistas en la comuna, que han dedicado años al trabajo social en la zona y han logrado que nuestros talleres se puedan dar en varias localidades de la comuna, pudiendo llegar fácilmente a buena parte de los habitantes de Alhué.



Apenas nos bajamos del bus tomamos unas fotos para registrar el viaje y partimos de inmediato a realizar los talleres, unos para El Asiento, otros para Píchi, otros ayudando en Villa Alhué. Yo voy por el taller de Organización para la Reconstrucción a conversar con un Comité de Vivienda de El Asiento. Cuando llegamos a la sede social donde será la reunión apenas han llegado un par de señoras, la presidenta del Comité es una de ellas y nos cuentan que aún no tienen mucho definido y que llevan ¡cinco años funcionando! La situación es distinta a lo que habíamos pensado, pues son allegadas que no perdieron su casa con el terremoto, pues nunca han tenido un propia sino que viven en casas de familiares. Empezamos la reunión formalmente, nos presentamos, entregamos la información de manera muy precisa en base a sus necesidades, pues les han prometido un terreno donde levantar sus casas, y les explicamos que pasos siguen a eso y como formalizar y legalizar todo para que se concrete la obtención de sus viviendas. Cuando terminamos esa primer intervención nos dicen que somos los primeros en informarles exactamente cuáles son los trámites que deben hacer, cuales son las responsabilidades de ciertas instituciones, como la municipalidad y la SEREMI de Vivienda, que plazos tienen y como pueden apurar el cumplimiento de los plazos. Nos cuentan que antes han hablado con ellas funcionarios del SERVIU y del Municipio que les decían que “hay que hacer tal cosa y va un poco lento” sin entregarles mayores datos, envolviendo todo en un tono nebuloso, dejándolas muy confundidas. Hacemos hincapié en lo fundamental de la organización para que las cosas lleguen a buen puerto, en lo importante de que todas participen en las acciones del comité, pues no se trata de delegar a la directiva sino de actuar en conjunto, muy coordinadamente, donde todas y todos los miembros del Comité aporten a la obtención de las viviendas y así entre todos logren su casa, les damos datos prácticos de como hacer más eficiente la comunicación y las reuniones y nos dicen que ahora que tienen la información clara, que sienten que los apoyamos, ven con más confianza obtener su casa. En todo el diálogo ha habido muchas preguntas y de pronto una de las asistentes nos dice ¡”que bueno que vinieron! Yo pensé que esto de tener casa ya había muerto, pero ahora que ustedes nos han explicado todo parece que sí vamos a poder tener casa”. Fue el momento épico en que sentimos que todo lo que pensamos, organizamos e hicimos tiene sentido.



Termina la reunión y nos vamos al furgón con la euforia de sentir que en dos horas de conversación hemos logrado hacer un aporte fantástico. Un comité que estaba muy inactivo, que tenía mal clima interno, cuyos miembros estaban perdiendo la fe en lograr sus casas, de pronto renacía con ánimo por el humilde intento de ayuda que un grupo de voluntarios humanistas habíamos realizado. Era la primera vez en que lo importante no fue justificar las acciones de la municipalidad, del Serviu o de la Minera local, sino que las personas que buscan tener su casa tengan la información clara y precisa de qué tienen que hacer, y la entrega de ánimo entusiasta para hacerlo.



Vamos camino a la Villa Alhué y en la radio comienza otro de nuestros talleres que pretende convertir a ese medio de comunicación comunal en un espacio de ánimo y apoyo para todos los vecinos afectados por el terremoto y que se sienten un poco desamparados. Aprovechando la visión humanista se informa a los vecinos de cómo convertir este desastre en una oportunidad de apoyo mutuo, de volver a comunicarse con el otro, de retomar el contacto con los amigos para reconstruir Alhué de manera mucho más humana. Se cuenta de los talleres que estamos haciendo en toda la comuna y se intenta comunicar que los alhuinos no están solos, sino que muchos voluntarios que queremos construir un mundo humano, comunicado, solidario, con redes de organización y esperanza al futuro andamos por todo Alhué intentando ayudar con ese espíritu.



Más tarde, cuando conversemos todos los voluntarios, quienes estuvieron en la radio nos contarán que a los diez minutos de programa ya recibían llamado de vecinos agradeciendoles la realización de un programa así. También sabremos de los agradecimientos de los vecinos a quienes hicieron el taller de ayuda sicológica, pues fue el primer espacio donde muchos hablaron por primera vez de los temores que el terremoto les dejó y comprendieron lo natural de aquello, que no eran los únicos en sentir eso y que el primer paso para superarlos era conversarlos abiertamente con otros, con sus amigos que habían sufrido lo mismo. Nos enteraremos también de las sonrisas de los niños que asistieron muy masivamente a los talleres infantiles en que jugaron y recibieron juguetes donados por los apoderados de un jardín infantil de Ñuñoa y de la felicidad de sus madres de poder verlos divertidos y contentos en medio de un panorama de preocupaciones y temores.



En la tarde nos reunimos todos en la Plaza para volvernos a Santiago y sentimos que el día a sido memorable por toda la acción válida que hemos realizado: entregamos nuestro aporte a la organización de los vecinos, apoyamos con trabajo interno para superar el trauma, convertimos la radio en un centro de irradiación de ánimo y apoyo, jugamos como niños con los niños del pueblo y enmarcamos todo en una acción permanente, pues Mario, que es concejal, y Fidel mantendrán su trabajo en la zona y le darán la mejor continuidad a nuestro esfuerzo, dando ejemplo de lo que siempre hemos creído: que toda acción, y sobre todo la acción política tiene sentido cuando ayuda a otros, cuando cumple con eso de tratar a los demás como queremos ser tratados.



Ha sido una buena jornada, hemos hecho nuestro pequeño aporte, al igual que muchos humanistas en todo el mundo día a día, por acercar ese futuro humano que tanto queremos.






Por Ignacio Torres, miembro del Equipo Coordinador de la Campaña PH x Chile.


sábado, 3 de abril de 2010

Unas ideas para cambiar el mundo


Se nos dice que murieron las ideas, que ya no hay respuestas posibles que no sean las del Sistema, ese mismo que día a día no da el ancho y provoca tanto sufrimiento. Pues aquí queremos mostrar como los agentes del Sistema, los líderes de la opinión que se publica mienten cuando intentan sembrar la desesperanza, cuando intentan hacernos creer que la voluntad humana ha caído en la resignación y que no hay posible respuesta a las absurdas verdades oficiales. Afirmamos que sí hay ideas de cambio profundo, nuevas y basadas en la intención de abrir camino a la humanidad, y creadas en este continente fabuloso que es latinoamérica con visión amplia hacia todo el mundo. Dale una leída al siguiente texto:



CUARTA CARTA A MIS AMIGOS



Estimados amigos:

En cartas anteriores di mi opinión de la sociedad, de los grupos humanos y de los individuos, con referencia a este momento de cambio y pérdida de referencias que nos toca vivir; critiqué ciertas tendencias negativas en el desarrollo de los acontecimientos y destaqué las posturas más conocidas de quienes pretenden dar respuesta a las urgencias del momento. Está claro que todas las apreciaciones, bien o mal formuladas, responden a mi particular punto de vista y éste, a su vez, se emplaza en un conjunto de ideas que le sirven de base. Seguramente por esto, he recibido sugerencias en las que se me anima a explicitar desde "dónde" hago mis críticas o desarrollo mis propuestas. Después de todo se puede decir cualquier cosa con mucha o poca originalidad, como sucede con las ocurrencias que tenemos a diario y que no pretendemos justificar. Esas ocurrencias hoy pueden ser de un tipo y mañana del tipo opuesto no pasando de la frivolidad de la apreciación cotidiana. Por esto, en general, cada día creemos menos en las opiniones de los demás y de nosotros mismos dando por sentado que se trata de apreciaciones de coyuntura que pueden cambiar en pocas horas, como sucede con las oportunidades bursátiles. Y si en las opiniones hay algo con mayor permanencia en todo caso es lo consagrado por la moda que luego es reemplazado por la moda siguiente. No estoy haciendo una defensa del inmovilismo en el campo de las opiniones, sino destacando la falta de consistencia en las mismas, porque en verdad sería muy interesante que el cambio ocurriera en base a una lógica interna y no de acuerdo al soplo de vientos erráticos. Pero quién está para aguantar lógicas internas en una época de manotazos de ahogado! Ahora mismo, mientras escribo, advierto que lo dicho no puede entrar en la cabeza de ciertos lectores porque a estas alturas no habrán encontrado tres posibles códigos exigidas por ellos: 1.- que lo que se está explicando les sirva de esparcimiento, ó 2.- que les muestre ya mismo cómo pueden utilizarlo en su negocio, ó 3.- que coincida con lo consagrado por la moda. Tengo la certeza de que esta parrafada que comienza con "Estimados amigos:" y que llega hasta aquí, los deja totalmente desorientados como si estuviéramos escribiendo en sánscrito. Sin embargo, es de verse cómo esas mismas personas comprenden cosas difíciles que van desde las operaciones bancarias más sofisticadas a las delicias de la técnica administrativa computada. A esos tales les resulta imposible comprender que estamos hablando de las opiniones, de los puntos de vista y de las ideas que les sirven de base; que estamos hablando de la imposibilidad de ser entendidos en las cosas más simples si no se corresponden con el paisaje que tienen montado por su educación y sus compulsiones. Así están las cosas!

Despejado lo anterior trataré de resumir en esta carta las ideas que fundamentan mis opiniones, críticas y propuestas, teniendo especial cuidado de no ir mucho más allá del slogan publicitario porque, como explica el sabio periodismo especializado, las ideas organizadas son "ideologías" y estas, como las doctrinas, son herramientas de lavado de cerebro de quienes se oponen a la libertad de comercio y economía social de mercado de las opiniones. Hoy, respondiendo a las exigencias del Postmodernismo, es decir, a las exigencias de la "haut- couture" (ropa de noche, corbata mariposa, hombreras, zapatillas y chaqueta arremangada); de la arquitectura decontructivista y de la decoración desestructurada, estamos exigidos a que no encajen las piezas del discurso. Y a no olvidar que la crítica del lenguaje también repudia lo sistemático, estructural y procesal...! Desde luego que todo ello se corresponde con la ideología dominante de la Company que siente horror por la Historia y por las ideas en cuya formación no participó y entre las que no ha podido colocar un substancioso porcentaje de acciones.

Bromas aparte, comencemos ya con el inventario de nuestras ideas, por lo menos de las que consideramos más importantes. Debo resaltar que buena parte de ellas fueron presentadas en la conferencia que di en Santiago de Chile el 23/05/91.


1.- Arranque de nuestras ideas.



Nuestra concepción no se inicia admitiendo generalidades, sino estudiando lo particular de la vida humana; lo particular de la existencia; lo particular del registro personal del pensar, el sentir y el actuar. Esta postura inicial la hace incompatible con todo sistema que arranque desde la "idea", desde la "materia", desde el "inconsciente", desde la "voluntad", desde la "sociedad", etc. Si alguien admite o rechaza cualquier concepción, por lógica o extravagante que esta sea, siempre él mismo estará en juego admitiendo o rechazando. El estará en juego, no la sociedad, o el inconsciente, o la materia.


Hablemos pues de la vida humana. Cuando me observo, no desde el punto de vista fisiológico sino existencial, me encuentro puesto en un mundo dado, no construido ni elegido por mi. Me encuentro en situación respecto a fenómenos que empezando por mi propio cuerpo son ineludibles. El cuerpo como constituyente fundamental de mi existencia es, además, un fenómeno homogéneo con el mundo natural en el que actúa y sobre el cual actúa el mundo. Pero la naturalidad del cuerpo tiene para mí diferencias importantes con el resto de los fenómenos, a saber: 1.- el registro inmediato que poseo de él; 2.- el registro que mediante él tengo de los fenómenos externos y 3.- la disponibilidad de alguna de sus operaciones merced a mi intención inmediata.



2.- Naturaleza, intención y apertura del ser humano.



Pero ocurre que el mundo se me presenta no solamente como un conglomerado de objetos naturales sino como una articulación de otros seres humanos y de objetos y signos producidos o modificados por ellos. La intención que advierto en mí aparece como un elemento interpretativo fundamental del comportamiento de los otros y así como constituyo al mundo social por comprensión de intenciones, soy constituido por él. Desde luego, estamos hablando de intenciones que se manifiestan en la acción corporal. Es gracias a las expresiones corporales o a la percepción de la situación en que se encuentra el otro que puedo comprender sus significados, su intención. Por otra parte, los objetos naturales y humanos se me aparecen como placenteros o dolorosos y trato de ubicarme frente a ellos modificando mi situación.


De este modo, no estoy cerrado al mundo de lo natural y de los otros seres humanos sino que, precisamente, mi característica es la "apertura". Mi conciencia se ha configurado intersubjetivamente ya que usa códigos de razonamiento, modelos emotivos, esquemas de acción que registro como "míos" pero que también reconozco en otros. Y, desde luego, está mi cuerpo abierto al mundo en cuanto a este lo percibo y sobre él actúo. El mundo natural, a diferencia del humano, se me aparece sin intención. Desde luego, puedo imaginar que las piedras, las plantas y las estrellas, poseen intención pero no veo cómo llegar a un efectivo diálogo con ellas. Aún los animales en los que a veces capto la chispa de la inteligencia, se me aparecen impenetrables y en lenta modificación desde adentro de su naturaleza. Veo sociedades de insectos totalmente estructuradas, mamíferos superiores usando rudimentos técnicos, pero repitiendo sus códigos en lenta modificación genética, como si fueran siempre los primeros representantes de sus respectivas especies. Y cuando compruebo las virtudes de los vegetales y los animales modificados y domesticados por el hombre, observo la intención de éste abriéndose paso y humanizando al mundo.



3.- La apertura social e histórica del ser humano.



Me es insuficiente la definición del hombre por su sociabilidad ya que esto no hace a la distinción con numerosas especies; tampoco su fuerza de trabajo es lo característico, cotejada con la de animales más poderosos; ni siquiera el lenguaje lo define en su esencia, porque sabemos de códigos y formas de comunicación entre diversos animales. En cambio, al encontrarse cada nuevo ser humano con un mundo modificado por otros y ser constituido por ese mundo intencionado, descubro su capacidad de acumulación e incorporación a lo temporal, descubro su dimensión histórico-social, no simplemente social. Vistas así las cosas, puedo intentar una definición diciendo: El hombre es el ser histórico, cuyo modo de acción social transforma a su propia naturaleza. Si admito lo anterior, habré de aceptar que ese ser puede transformar intencionalmente su constitución física. Y así está ocurriendo. Comenzó con la utilización de instrumentos que puestos adelante de su cuerpo como "prótesis" externas le permitieron alargar su mano, perfeccionar sus sentidos y aumentar su fuerza y calidad de trabajo. Naturalmente no estaba dotado para los medios líquido y aéreo y sin embargo creó condiciones para desplazarse en ellos, hasta comenzar a emigrar de su medio natural, el planeta Tierra. Hoy, además, está internándose en su propio cuerpo cambiando sus órganos; interviniendo en su química cerebral; fecundando in vitro y manipulando sus genes. Si con la idea de "naturaleza" se ha querido señalar lo permanente, tal idea es hoy inadecuada aún si se la quiere aplicar a lo más objetal del ser humano es decir, a su cuerpo. Y en lo que hace a una "moral natural", a un "derecho natural", o a "instituciones naturales" encontramos, opuestamente, que en ese campo todo es histórico-social y nada allí existe por naturaleza.



4.- La acción transformadora del ser humano.



Contigua a la concepción de la naturaleza humana, ha estado operando otra que nos habló de la pasividad de la conciencia. Esta ideología consideró al hombre como una entidad que obraba en respuesta a los estímulos del mundo natural. Lo que comenzó en burdo sensualismo, poco a poco fue desplazado por corrientes historicistas que conservaron en su seno la misma idea en torno a la pasividad. Y aún cuando privilegiaron la actividad y la transformación del mundo por sobre la interpretación de sus hechos, concibieron a dicha actividad como resultante de condiciones externas a la conciencia. Pero aquellos antiguos prejuicios en torno a la naturaleza humana y a la pasividad de la conciencia hoy se imponen, transformados en neo-evolucionismo, con criterios tales como la selección natural que se establece en la lucha por la supervivencia del más apto. Tal concepción zoológica, en su versión más reciente, al ser trasplantada al mundo humano tratará de superar las anteriores dialécticas de razas o de clases con una dialéctica establecida según leyes económicas "naturales" que autoregulan toda la actividad social. Así, una vez más, el ser humano concreto queda sumergido y objetivado.


Hemos mencionado a las concepciones que para explicar al hombre comienzan desde generalidades teóricas y sostienen la existencia de una naturaleza humana y de una conciencia pasiva. En sentido opuesto, nosotros sostenemos la necesidad de arranque desde la particularidad humana, sostenemos el fenómeno histórico-social y no natural del ser humano y también afirmamos la actividad de su conciencia transformadora del mundo, de acuerdo a su intención. Vimos a su vida en situación y a su cuerpo como objeto natural percibido inmediatamente y sometido también inmediatamente a numerosos dictados de su intención. Por consiguiente se imponen las siguientes preguntas: ¿cómo es que la conciencia es activa?, es decir, ¿cómo es que puede intencionar sobre el cuerpo y a través de él transformar al mundo? En segundo lugar, ¿cómo es que la constitución humana es histórico-social? Estas preguntas deben ser respondidas desde la existencia particular para no recaer en generalidades teóricas desde las cuales se deriva luego un sistema de interpretación. De esta manera, para responder a la primera pregunta tendrá que aprehenderse con evidencia inmediata cómo la intención actúa sobre el cuerpo y, para responder a la segunda, habrá que partir de la evidencia de la temporalidad y de la intersubjetividad en el ser humano y no de leyes generales de la historia y de la sociedad. En nuestro trabajo, Contribuciones al Pensamiento, se trata de dar respuesta precisamente a esas dos preguntas. En el primer ensayo de Contribuciones, se estudia la función que cumple la imagen en la conciencia, destacando su aptitud para mover al cuerpo en el espacio. En el segundo ensayo del mismo libro, se estudia el tema de la historicidad y sociabilidad. La especificidad de estos temas nos aleja demasiado de la presente carta, por ello remitimos al material citado.



5.- La superación del dolor y el sufrimiento como proyectos vitales básicos.



Hemos dicho en Contribuciones que el destino natural del cuerpo humano es el mundo y basta ver su conformación para verificar este aserto. Sus sentidos y sus aparatos de nutrición, locomoción, reproducción, etc., están naturalmente conformados para estar en el mundo, pero además la imagen lanza a través del cuerpo su carga transformadora; no lo hace para copiar al mundo, para ser reflejo de la situación dada sino, opuestamente, para modificar la situación previamente dada. En este acontecer, los objetos son limitaciones o ampliaciones de las posibilidades corporales, y los cuerpos ajenos aparecen como multiplicaciones de esas posibilidades, en tanto son gobernados por intenciones que se reconocen similares a las que manejan al propio cuerpo. ¿Por qué necesitaría el ser humano transformar el mundo y transformarse a sí mismo? Por la situación de finitud y carencia temporo-espacial en que se halla y que registra como dolor físico y sufrimiento mental. Así, la superación del dolor no es simplemente una respuesta animal, sino una configuración temporal en la que prima el futuro y que se convierte en impulso fundamental de la vida aunque esta no se encuentre urgida en un momento dado. Por ello, aparte de la respuesta inmediata, refleja y natural, la respuesta diferida para evitar el dolor está impulsada por el sufrimiento sicológico ante el peligro y está re-presentada como posibilidad futura o hecho actual en el que el dolor está presente en otros seres humanos. La superación del dolor aparece, pues, como un proyecto básico que guía a la acción. Es ello lo que ha posibilitado la comunicación entre cuerpos e intenciones diversas, en lo que llamamos la "constitución social". La constitución social es tan histórica como la vida humana, es configurante de la vida humana. Su transformación es continua pero de un modo diferente a la de la naturaleza porque en esta no ocurren los cambios merced a intenciones.



6.- Imagen, creencia, mirada y paisaje.



Un día cualquiera entro en mi habitación y percibo la ventana, la reconozco, me es conocida. Tengo una nueva percepción de ella pero, además, actúan antiguas percepciones que convertidas en imágenes están retenidas en mí. Sin embargo, observo que en un ángulo del vidrio hay una quebradura... "eso no estaba ahí", me digo, al cotejar la nueva percepción con lo que retengo de percepciones anteriores. Además, experimento una suerte de sorpresa. La ventana de actos anteriores ha quedado retenida en mí, pero no pasivamente como una fotografía, sino actuante como son actuantes las imágenes. Lo retenido actúa frente a lo que percibo, aunque su formación pertenezca al pasado. Se trata de un pasado siempre actualizado, siempre presente. Antes de entrar a mi habitación daba por sentado, daba por supuesto, que la ventana debía estar allí en perfectas condiciones. No es que lo estuviera pensando, sino que simplemente contaba con ello. La ventana en particular no estaba presente en mis pensamientos de ese momento, pero estaba co-presente, estaba dentro del horizonte de objetos contenidos en mi habitación. Es gracias a la copresencia, a la retención actualizada y superpuesta a la percepción, que la conciencia infiere más de lo que percibe. En ese fenómeno encontramos el funcionamiento más elemental de la creencia. En el ejemplo, es como si me dijera: "yo creía que la ventana estaba en perfectas condiciones". Si al entrar a mi habitación aparecieran fenómenos propios de un campo diferente de objetos, por ejemplo una lancha o un camello, tal situación surrealista me resultaría increíble no porque esos objetos no existan, sino porque su emplazamiento estaría fuera del campo de copresencia, fuera del paisaje que me he formado y que actúa en mí superponiéndose a toda cosa que percibo.


Ahora bien, en cualquier instante presente de mi conciencia puedo observar el entrecruzamiento de retenciones y de futurizaciones que actúan co-presentemente y en estructura. El instante presente se constituye en mi conciencia como un campo temporal activo de tres tiempos diferentes. Las cosas aquí son muy diferentes a las que ocurren en el tiempo de calendario en el que el día de hoy no está tocado por el de ayer, ni por el de mañana. En el calendario y el reloj, el "ahora" se diferencia del "ya no" y del "todavía no" y, además, los sucesos están ordenados uno al lado del otro en sucesión lineal y no puedo pretender que eso sea una estructura sino un agrupamiento dentro de una serie total a la que llamo "calendario". Pero ya volveremos sobre esto cuando consideremos el tema de la historicidad y la temporalidad.


Por ahora continuemos con lo dicho anteriormente respecto a que la conciencia infiere más de lo que percibe, ya que cuenta con aquello que viniendo del pasado, como retención, se superpone a la percepción actual. En cada mirada que lanzo a un objeto veo en él cosas deformadas. Esto no lo estamos afirmando en el sentido explicado por la física moderna que claramente expone nuestra incapacidad para detectar al átomo y a la longitud de onda que está por encima y por abajo de nuestros umbrales de percepción. Esto lo estamos diciendo con referencia a la superposición que las imágenes de las retenciones y futurizaciones hacen de la percepción. Así, cuando asisto en el campo a un hermoso atardecer el paisaje natural que observo no está determinado en sí sino que lo determino, lo constituyo por un ideal estético al que adhiero. Y esa especial paz que experimento me entrega la ilusión de que contemplo pasivamente, cuando en realidad estoy poniendo activamente allí numerosos contenidos que se superponen al simple objeto natural. Y lo dicho no vale solamente para este ejemplo sino para toda mirada que lanzo hacia la realidad.



7.- Las generaciones y los momentos históricos.



La organización social se continúa y amplía, pero esto no puede ocurrir solamente por la presencia de objetos sociales que han sido producidos en el pasado y que se utilizan para vivir el presente y proyectarse hacia el futuro. Tal mecánica es demasiado elemental como para explicar el proceso de la civilización. La continuidad está dada por las generaciones humanas que no están puestas una al lado de otra sino que coexistiendo interactúan y se transforman. Estas generaciones, que permiten continuidad y desarrollo son estructuras dinámicas, son el tiempo social en movimiento sin el cual la civilización caería en estado natural y perdería su condición de sociedad. Ocurre, por otra parte, que en todo momento histórico coexisten generaciones de distinto nivel temporal, de distinta retención y futurización que configuran paisajes de situación y creencias diferentes. El cuerpo y comportamiento de niños y ancianos delata, para las generaciones activas, una presencia de la que se viene y a la que se va. A su vez, para los extremos de esa triple relación, también se verifican ubicaciones de temporalidad extremas. Pero esto no permanece jamás detenido porque mientras las generaciones activas envejecen y los ancianos mueren, los niños van transformándose y comienzan a ocupar posiciones activas. Entre tanto, nuevos nacimientos reconstituyen continuamente a la sociedad. Cuando, por abstracción, se "detiene" al incesante fluir, podemos hablar de "momento histórico" en el que todos los miembros emplazados en el mismo escenario social pueden ser considerados "contemporáneos", vivientes de un mismo tiempo; pero observamos que no son coetáneos, que no tienen la misma edad, la misma temporalidad interna en cuanto a paisajes de formación, en cuanto a situación actual y en cuanto a proyecto. En realidad, una dialéctica generacional se establece entre las "franjas" más contiguas que tratan de ocupar la actividad central, el presente social, de acuerdo a sus intereses y creencias. Es la temporalidad social interna la que explica estructuralmente el devenir histórico en el que interactúan distintas acumulaciones generacionales y no la sucesión de fenómenos linealmente puestos uno al lado del otro, como en el tiempo de calendario, según nos lo ha explicado alguna que otra Filosofía de la Historia.


Constituido socialmente en un mundo histórico en el que voy configurando mi paisaje interpreto aquello a donde lanzo mi mirada. Está mi paisaje personal, pero también un paisaje colectivo que responde en ese momento a grandes conjuntos. Como dijimos antes coexisten en un mismo tiempo presente, distintas generaciones. En un momento, para ejemplificar gruesamente, existen aquellos que nacieron antes del transistor y los que lo hicieron entre computadoras. Numerosas configuraciones difieren en ambas experiencias, no solamente en el modo de actuar sino en el de pensar y sentir... y aquello que en la relación social y en el modo de producción funcionaba en una época, deja de hacerlo lentamente o, a veces, de modo abrupto. Se esperaba un resultado a futuro y ese futuro ha llegado, pero las cosas no resultaron del modo en que fueron proyectadas. Ni aquella acción, ni aquella sensibilidad, ni aquella ideología coinciden con el nuevo paisaje que se va imponiendo socialmente.



8.- La violencia, el Estado y la concentración de poder.



El ser humano por su apertura y libertad para elegir entre situaciones, diferir respuestas e imaginar su futuro, puede también negarse a sí mismo, negar aspectos del cuerpo, negarlo completamente como en el suicidio, o negar a otros. Esta libertad ha permitido que algunos se apropien ilegítimamente del todo social es decir, que nieguen la libertad y la intencionalidad de otros, reduciéndolos a prótesis, a instrumentos de sus intenciones. Allí está la esencia de la discriminación, siendo su metodología la violencia física, económica, racial y religiosa. La violencia puede instaurarse y perpetuarse gracias al manejo del aparato de regulación y control social, esto es: el Estado. En consecuencia, la organización social requiere un tipo avanzado de coordinación a salvo de toda concentración de poder, sea esta privada o estatal. Cuando se pretende que la privatización de todas las áreas económicas pone a la sociedad a salvo del poder estatal se oculta que el verdadero problema está en el monopolio u oligopolio que traslada el poder de manos estatales a manos de un Paraestado manejado no ya por una minoría burocrática sino por la minoría particular que aumenta el proceso de concentración.


Las diversas estructuras sociales, desde las más primitivas a las más sofisticadas, tienden a la concentración progresiva hasta que se inmovilizan y comienza su etapa de disolución de la que arrancan nuevos procesos de reorganización en un nivel más alto que el anterior. Desde el comienzo de la historia, la sociedad apunta hacia la mundialización y así se llegará a una época de máxima concentración de poder arbitrario con características de imperio mundial ya sin posibilidades de mayor expansión. El colapso del sistema global ocurrirá por la lógica de la dinámica estructural de todo sistema cerrado en el que necesariamente tiende a aumentar el desorden. Pero así como el proceso de las estructuras tiende a la mundialización, el proceso de humanización tiende a la apertura del ser humano, a la superación del Estado y del Paraestado; tiende a la descentralización y la desconcentración a favor de una coordinación superior entre particularidades sociales autónomas. Que todo termine en un caos y un reinicio de la civilización, o comience una etapa de humanización progresiva ya no dependerá de inexorables designios mecánicos sino de la intención de los individuos y los pueblos, de su compromiso con el cambio del mundo y de una ética de la libertad que por definición no podrá ser impuesta. Y se habrá de aspirar no ya a una democracia formal manejada como hasta ahora por lo intereses de las facciones sino a una democracia real en la que la participación directa pueda realizarse instantáneamente gracias a la tecnología de comunicación, hoy por hoy en condiciones de hacerlo.



9.- El proceso humano.



Necesariamente, aquellos que han reducido la humanidad de otros han provocado con eso nuevo dolor y sufrimiento reiniciándose en el seno de la sociedad la antigua lucha contra la adversidad natural, pero ahora entre aquellos que quieren "naturalizar" a otros, a la sociedad y a la Historia y, por otra parte, los oprimidos que necesitan humanizarse humanizando al mundo. Por esto humanizar es salir de la objetivación para afirmar la intencionalidad de todo ser humano y el primado del futuro sobre la situación actual. Es la imagen y representación de un futuro posible y mejor lo que permite la modificación del presente y lo que posibilita toda revolución y todo cambio. Por consiguiente, no basta con la presión de condiciones oprimentes para que se ponga en marcha el cambio, sino que es necesario advertir que tal cambio es posible y depende de la acción humana. Esta lucha no es entre fuerzas mecánicas, no es un reflejo natural, es una lucha entre intenciones humanas. Y esto es precisamente lo que nos permite hablar de opresores y oprimidos, de justos e injustos, de héroes y cobardes. Es lo único que permite practicar con sentido la solidaridad social y el compromiso con la liberación de los discriminados sean éstos mayorías o minorías.


En fin, consideraciones más detalladas en torno a la violencia, el Estado, las instituciones, la ley y la religión, aparecen en el trabajo titulado El Paisaje Humano, incluido en el libro Humanizar la Tierra al cual remito para no exceder los límites de esta carta.


En cuanto al sentido de los actos humanos, no creo que se trate de convulsiones sin significado, ni de "pasiones inútiles" que concluyan en el absurdo de la disolución. Creo que el destino de la humanidad está orientado por la intención que haciéndose cada vez más consciente en los pueblos, se abre paso en dirección a una nación humana universal. De lo comentado anteriormente surge con evidencia que la existencia humana no comienza y termina en un círculo vicioso de encerramiento y que una vida que aspire a la coherencia debe abrirse ampliando su influencia hacia personas y ámbitos promoviendo no solamente una concepción o unas ideas, sino acciones precisas que amplíen crecientemente la libertad.



En próxima carta saldremos de estos temas estrictamente doctrinarios para referirnos nuevamente a la situación actual y a la acción personal en el mundo social.



Reciban con ésta, un gran saludo.



Silo. 19/12/91.



http://76.162.202.76/biblio/cartaami/cartaam4.htm#_Toc363716473

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